De zigoto a blastocisto

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De zigoto a blastocisto

De zigoto a blastocisto

En la última entrada, nos quedamos con todo dispuesto justo antes de que se forme el zigoto. Pero qué sucede en este transcurso de zigoto a blastocisto, durante su viaje por la trompa de Falopio hasta el útero. Te lo contamos a continuación:

Formación de los pronúcleos:

Para comprobar que la fecundación ha sido un éxito, debemos observar la aparición de los dos pronúcleos dentro del citoplasma del ovocito. Si bien la formación de los pronúcleos comienza a las 2 horas tras producirse la fecundación in vitro; los pronúcleos no son visibles hasta pasadas unas 12 horas, produciéndose el contacto entre ambos, unas 4 horas más tarde.

Dentro de los pronúcleos, se pueden observar unas estructuras circulares, denominadas precursores nucleolares. Estas estructuras, son diferentes en su tamaño y composición molecular entre especies y parecen guardar relación con el potencial de desarrollo del embrión.

Aunque no siempre es así, se pueden diferenciar ambos pronúcleos en los zigotos humanos. El masculino, suele ser más grande y contener más cuerpos prenucleolares, por su parte, el femenino, suele ser más pequeño, contener menos cuerpos prenucleolares y además, suele estar más cercano al corpúsculo polar.

Los pronúcleos se originan en la periferia del ovocito y gracias al citoesqueleto del ovocito y áster del espermatozoide, ambos son dirigidos al centro del ovocito, donde se fusionan.

No debemos olvidar, que los gametos son células haploides, por lo que antes de que se produzca la fusión, se deben replicar las hebras del ADN dentro de cada pronúcleo. Esta replicación, se produce de forma simultánea en cada pronúcleo.

Por tanto, ya contamos con un organismo diploide unicelular, con todo el potencial para convertirse en un nuevo individuo.

Primeras divisiones embrionarias:

En este paso, el zigoto comienza a dividirse mediante mitosis, formando un organismo multicelular.

La primera división, conocida como división temprana, que da lugar a dos células hijas o blastómeros, se produce entre las 25-29 horas tras fecundación asistida. Cabe destacar, que cada una de estas células posee una dotación cromosómica completa, es decir, son diploides, y que el citoplasma se reparte por igual entre ellas, lo que implica, que en las primeras divisiones embrionarias no se produce aumento de la masa celular, es decir, el embrión se divide, pero no aumenta su masa.

División del zigoto en 2, 4, 6 y 8 células o blastómeros. Extraído de (1).

Este fenómeno se explica debido a que el factor promotor de la mitosis regula un ciclo bifásico, se produce la fase (S), donde se replica el ADN y otra fase de mitosis (M), que origina la división. En este caso, se salta las fases G1 y G2 de crecimiento celular.

A las 48 horas, se ha producido la segunda división mitótica, obteniendo 4 blastómeros, y al día siguiente, se ha vuelto a dividir, conteniendo 8 células rodeadas por la zona pelúcida, que actúa evitando que estas células se disgreguen. Estas divisiones, se producen de una forma más o menos sincrónica, aunque hay veces que se puede observar un número impar de blastómeros, que pueden estar en el estadio embrión estadio-específico.

El ovocito humano está polarizado en un polo animal y otro vegetal. Por lo que las divisiones se producen de forma ordenada.  La primera mitosis embrionaria es meridional, originando dos células con ambas polaridades; la segunda división, una célula se divide de forma meridional, originando dos nuevas células con ambas polaridades, la otra célula se divide de forma ecuatorial, obteniendo una célula con polaridad animal, que se coloca cerca del CP, y otra de polaridad vegetal, que se coloca más lejos del CP, formando una figura tetraédrica. Otros patrones de distribución espacial de los blastómeros parecen afectar al desarrollo y capacidad de implantación del embrión.

Cabe destacar, que durante esta etapa, todas las blastómeros son totipotentes, es decir, no están diferenciadas y pueden dar lugar a cualquier tipo de célula del organismo. Estas blastómeros, además, se encuentran con los bordes muy definidos, pero a partir de la 3ª división, ya con 8 células, se comienzan a compactar, aumentando las conexiones entre ellas.

Un punto muy importante a tener en cuenta en el tercer día de desarrollo embrionario, es la activación del genoma del embrión. Es decir, hasta este día, todo el funcionamiento del embrión ha sido regido por las proteínas y el ARNm almacenados en el ovocito. A partir de este tercer día, ya comienza a funcionar el ARNm propio del embrión.

Formación de la mórula:

Esta estructura, que ya encontramos en el útero, aparece en el cuarto día de desarrollo embrionario. Está formada por unas 16-32 blastómeros en la que apenas se pueden diferenciar sus bordes, formando una masa compacta.

La compactación de las blastómeros, acompaña además, a una polarización del citoplasma y membrana de las células, que propician una distribución guiada de las células hacia el interior o exterior de esta masa celular.

Como hemos mencionado anteriormente, se va produciendo una estratificación de capas celulares en la mórula, pero además, gracias a la actividad de las bombas ATPasa,  entra agua al interior de la mórula, comenzando a cavitar y preparando la formación del blastocisto.

Diferentes tipos de mórula: a) compactación parcial; b) compactación total; c) compactación incompleta. Extraído de (2).

Formación del blastocisto:

Esta estructura se puede apreciar en el 5º o 6º día de desarrollo embrionario. Se origina por la continua entrada de agua, que se va filtrando entre los huecos intercelulares hasta confluir en un gran volumen final, llamado blastocele.

El blastocisto, ya presenta una diferenciación celular y estructural, rodeado aún por la zona pelúcida. Encontramos una capa de células externas que rodea a todo el embrión, conocida como trofoectodermo (TE). El interior, está formado por el blastocele (BL), el agua que ha entrado formando la cavidad, y la masa celular interna (MCI), un grupo de células pegadas al interior de las células del TE.

Las células que forman el TE, se van aplanando y serán las encargadas de formar la placenta y tejidos extraembrionarios cuando el embrión implante. El BL, propicia un ambiente líquido específico con moléculas que regulan el crecimiento y diferenciación celular.

Las células de la MCI, serán las encargadas de formar el feto. Pero antes, sus células sufren una nueva diferenciación. Factores de crecimiento fibroblásticos actúan originando diferentes grupos de células en el MCI, las células del epiblasto, hipoblasto y endodermo visceral anterior (EVA). Las células del epiblasto e hipoblasto, se encuentran diseminadas por la MCI, pero al acercarse el momento de la implantación, se van localizando en sus puntos. Las células del epiblasto, se colocan en el centro, y las células del hipoblasto, sobre estas, en contacto con el blastocele. De esta forma, se establece la polaridad dorsoventral en el embrión. El eje cráneo-caudal, se establece cuando un grupo de células del hipoblasto se diferencian formando el EVA, que serán las encargadas de originar el extremo craneal del embrión.

Blastocisto y sus diferentes estructuras y tipos celulares. Extraído de (3).

Ya conocemos los pasos que sigue el embrión para llegar de zigoto a blastocisto y tenemos nuestro blastocisto formado y diferenciado en sus diferentes tipos celulares, preparado para el siguiente paso: la implantación.

No te pierdes esta interesante serie sobre el desarrollo embrionario desde gametos a la semana 40 de gestación:

Fecundación II

Bibliografía:

  1. Infertilidad «Fisiología, diagnóstico y tratamiento». Gustavo Pagés ; Juan Aller. 2006.
  2. Cuadernos de Embriología Clínica. Criterios de Valoración Morfológica de Oocitos, Embriones Tempranos y Blastocistos Humanos. 3ª ed. 2015.
  3. Langman. Embriología Médica, 13ª ed. Barcelona, España: Ed.Lippincott/Williams & Wilkins, 2016.

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