Factor psicológico

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Cada vez se tiene más en consideración la importancia del factor psicológico. La interconexión entre los factores biológicos y psicológicos en un proceso complejo como lo es el de concebir, aumentando esta complejidad cuando se requiere de técnicas de reproducción asistida para conseguirlo. La psicología va adquiriendo un peso mayor en el campo de la reproducción asistida y a lo largo del tiempo cada vez son más las clínicas que cuentan con psicólogos entre sus profesionales. La intervención psicológica puede contemplar aspectos preventivos como las expectativas previas con respecto a la maternidad/paternidad o las propias técnicas de reproducción asistida, el malestar psicológico derivado de la situación (miedos, ansiedad, culpa, desencuentros en la pareja), acompañar en procesos de duelo cuando se dan pérdidas durante el proceso (fracaso en la concepción, abortos), etc.

La intervención psicológica en el ámbito de la reproducción va dirigida fundamentalmente a 3 tipos de pacientes, siendo diferente el sistema de evaluación y su tratamiento:

  • Parejas con problemas para quedar gestantes: en este grupo, se incluyen pacientes que por diversos motivos tienen problemas para conseguir una gestación y que aún no han acudido a un centro especializado. La presión social juega un papel importante en estos pacientes, aumentando el estrés en estas parejas.
  • Pacientes sometidos a técnicas de reproducción asistida: una vez que los pacientes comienzan a tratar su fertilidad mediante técnicas de reproducción asistida, pueden crecer sus miedos a no conseguir la gestación, aumentando de nuevo el estrés en los pacientes, sobre todo cuando se necesita acudir a técnicas con donación de gametos o embriones, o en casos de evaluación genética de los mismos. Además, en caso de que los pacientes consigan la gestación, puede aparecer el miedo a perderla, y en caso de que esto suceda, conlleva atravesar un periodo de duelo.
  • Donantes de gametos: además de buena salud reproductiva, el donante debe presentar una buena salud psicológica que no haga peligrar el desarrollo de la técnica de reproducción asistida. Para ello, los donantes deben pasar un protocolo de evaluación psicológica elaborado por el Grupo de Interés de Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad. Además, debido al carácter anónimo de la donación, el psicólogo debe asegurarse que los donantes estén adecuadamente informados y comprendan que no existe la posibilidad de conocer a su posible descendencia en un futuro.

El malestar psíquico asociado a las dificultades reproductivas y a los tratamientos suele ser más frecuente en la mujer, debido a que ellas tienen un papel más importante en el desarrollo de la gestación. Con frecuencia, se responsabilizan del fracaso reproductivo de la pareja, independientemente de cuál sea el factor de esterilidad que afecte a los pacientes.

Se han diferenciado factores que aumentan el estrés, ansiedad y el sentimiento de culpa en los pacientes, que acaban repercutiendo en su fertilidad. Además de la propia infertilidad, afectan la existencia de psicopatologías anteriores y mala relación de la pareja, agravados por una pobre vida social.

Todos los factores descritos anteriormente, junto con el actual estilo de vida, ocasiona situaciones de estrés que pueden afectar a la fertilidad de los pacientes. El estrés continuo, puede alterar el funcionamiento del hipotálamo, afectando la producción de hormonas sexuales. Una mala regulación de estas hormonas, causan desajustes en la formación de gametos, afectando el ciclo ovulatorio y la formación de espermatozoides, dificultando así las posibilidades de conseguir un embarazo. La libido también se ve disminuida en pacientes que sufren estrés, por lo que al disminuir el contacto sexual en la pareja, también se disminuyen las posibilidades de conseguir la gestación.