Preservación de la fertilidad

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Pueden darse situaciones en las que tanto el hombre como la mujer deban hacer uso de una preservación de la fertilidad, y gracias a las actuales técnicas de criopreservación, esto se puede hacer actualmente de una forma segura y eficaz.

En el varón: el hombre, presenta una vida reproductiva más larga, por lo que la preservación de semen en principio estaría indicado en casos en los que el paciente se deba someter a tratamientos contra el cáncer, ya sea quimio o radioterapia, que sí pueden afectar a la producción espermática, sobre todo si se debe tratar la zona pélvica, o incluso si es necesario extirpar uno o los dos testículos. Otros motivos para criopreservar muestra seminal sería que la pareja se esté sometiendo a un tratamiento de reproducción asistida, y por diversas causas, el varón no pueda estar presente el día que se necesite extraer la muestra. Muchos varones que se someten a vasectomías también optan por criopreservar alguna muestra seminal. También puede darse el caso que el varón tenga un trabajo peligroso, y que la pareja opte por preservar muestra seminal para no poner en riesgo la descendencia de su pareja. Por último, cabe la posibilidad que el varón se vaya a someter a un cambio de sexo, pero quiera preservar la posibilidad de tener descendencia en un futuro.

Actualmente, existen dos formas de preservar la fertilidad en el varón. La primera de ellas sería conservar una o varias muestras seminales, mediante congelación o vitrificación. La segunda opción, aún es una técnica experimental, consiste en congelar tejido testicular, actualmente solo sería recomendable en pacientes jóvenes que aún no producen espermatozoides.

En la mujer: uno de los principales motivos para que la mujer vitrifique sus óvulos es cuando la paciente deba someterse a tratamientos anticancerígenos. Como aspecto social, cabe destacar que la maternidad se retrasa cada vez más, aumentando los riesgos de que sea más difícil concebir cuando la mujer es mayor de 35-38 años. También es aconsejable preservar la fertilidad si la paciente presenta una baja reserva ovárica o endometriosis, que hagan disminuir el número y calidad de ovocitos según aumente su edad.

En el caso de la mujer, existe la posibilidad de vitrificar óvulos, embriones y tejido ovárico. La más flexible es la vitrificación de óvulos, ya que de esta forma, estos podrán ser fecundados posteriormente con el semen de su pareja, o de donante, según la situación de la mujer cuando afronte la maternidad. La vitrificación de embriones sería la opción más usada cuando la mujer tiene pareja masculina, o si elige la opción de usar un donante de semen, pero en este caso, si cambia de pareja u opinión, los ovocitos ya estarán fecundados con el semen del donante. Por último, la preservación de tejido ovárico, al igual que la preservación de tejido testicular, es una técnica aún experimental, y solo debe ser aplicada en chicas que aún no han alcanzado la madurez sexual y por tanto no tienen desarrollado los folículos que generarán los ovocitos.