Vaginismo

El vaginismo está causado por la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, impidiendo o dificultando la penetración. Su origen puede ser tanto ginecológico como psicológico.

 

Como síntomas, destacan la dispareunia y molestias al intentar colocar un tampón o realizar citologías.

El vaginismo de causa psicológica normalmente viene causado por algún trauma sexual, como abusos o violaciones, educación sexual limitada, ansiedad, depresión o baja autoestima de la mujer. Entre los factores ginecológicos destacan tener un himen rígido, infecciones vaginales, escasa lubricación, menopausia o la mala cicatrización tras una intervención quirúrgica.

El tratamiento para el vaginismo, en muchas ocasiones debe ser multidisciplinar, acudiendo tanto a terapia psicológica como a ginecólogos. Por tanto, la terapia de pareja junto con la realización de ejercicios de suelo pélvico y el uso de dilatadores vaginales, podrían ayudar a que remita esta afección, fomentando un mayor disfrute de la vida sexual en la mujer y mejorando su fertilidad.

La cirugía sería recomendable en casos de tener que recuperar la funcionalidad de la vagina afectada tras una intervención quirúrgica anterior.

El vaginismo también puede ser tratado mediante técnicas de reproducción asistida, ya que en estos casos, la vagina si suele permitir el paso de las cánulas usadas tanto para inseminaciones como para ciclos de fecundación in vitro.