Donantes de óvulos

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Para que una mujer sea candidata apta para donar óvulos, debe tener una edad comprendida entre los 18-35 años y cumplir una serie de requisitos, que viene marcado por la actual legislación española y europea.

Deben someterse a una evaluación psicológica, desarrollada por el grupo de interés de psicología de la SEF y a un protocolo básico para el estudio de los donantes (Anexo I del REAL DECRETO 412/1996, de 1 de marzo 7).

 

Tras superar estas evaluaciones, la mujer será aceptada como posible donante y quedará a la espera de que el centro la reclame al tener una pareja compatible con ella, tanto a nivel genotípico (grupo sanguíneo) como fenotípico. Posteriormente, se realizará una serología para comprobar que no tiene ninguna enfermedad de transmisión sexual, recomendando también la realización de un cariotipo, estudio del gen de la fibrosis quística y estudio del X-frágil. También el centro puede ofrecer la realización de matching genético.

Una vez acabado el estudio de la donante y confirmado que es apta para la donación, se le recomienda evitar situaciones de riesgo, por lo que deberá usar anticonceptivos de barrera si mantienen relaciones sexuales una vez sea aceptada para el tratamiento.

La donante se deberá someter a una estimulación ovárica y deberá acceder a quirófano para la extracción de los óvulos, y es en este punto cuando su función acaba en esta técnica. La donación puede ser con óvulos en fresco o vitrificados. Cuando la donación es en fresco, el mismo día que se extraen los óvulos de la donante, estos son fertilizados con el semen de la pareja. Si los óvulos son vitrificados para realizar el ciclo de ICSI más tarde, se suele realizar otra serología a la donante, para comprobar que no se ha infectado con ninguna enfermedad de transmisión sexual durante el desarrollo de la técnica.

Cabe destacar que la donación es totalmente anónima y tiene un fin altruista. La donante solo percibe una compensación económica por las molestias causadas, como tener que acudir a la clínica para la realización de las pruebas y los controles ecográficos, la intervención quirúrgica, etc. Todas las pruebas realizadas a la donante no tienen coste alguno para ella.

Además de la legislación, la donante queda protegida mediante la firma del consentimiento informado y contrato de donación, que se le debe entregar y explicar antes de comenzar el tratamiento. La firma de estos documentos no implica que la donante esté obligada a realizar la donación, pudiendo parar el tratamiento en cualquier momento si así lo deseara, pero en caso de concluir el proceso de donación, sí está obligada a cumplir con lo firmado.

Por último, es necesario incidir, debido a que la mayoría de las donantes son jóvenes, que no existen indicios de que las donaciones influyan o disminuyan a su posterior fertilidad, ya que durante la estimulación ovárica lo que se consigue hacer es madurar los ovocitos que el cuerpo desecharía en un ciclo natural, en el que solo uno, de los muchos que comienzan a crecer, llega a madurar.