Implantación

Portada » Implantación
Implantación

Implantación

Que se produzca la implantación es el objetivo que se marcan todas las técnicas de fertilidad, ya que si el embrión no implanta, no se puede llevar a cabo el embarazo. La implantación se define como el proceso mediante el cual se ancla el embrión al endometrio, para desarrollar la placenta, creando un ambiente óptimo que permita un intercambio de oxígeno y nutrientes para que el embrión crezca y madure.

Para que se produzca la implantación, además de un correcto desarrollo embrionario, este embrión debe llegar al útero cuando esté abierta la ventana de implantación, es decir, con un endometrio receptivo.

Como ya sabemos, la fecundación sucede en la región ampular de la trompa de Falopio y posteriormente, comienza a desarrollarse. Para ello, usa los nutrientes y recursos provenientes del propio embrión, sumándole una pequeña cantidad que capta del tracto femenino. Estos nutrientes, suelen mantenerlo hasta el día 7 u 8, cuando el blastocisto ya se encuentra en la cavidad uterina, y debe implantar para poder obtener los nutrientes del cuerpo materno.

El embrión suele llegar al útero al cuarto de desarrollo embrionario, es decir, llega en etapa de mórula, y un día después, se desarrolla blastocisto.

El blastocisto, entre los días 5 y 6, comienza a realizar movimientos de contracción y expansión, mediante los que acaba por romper la zona pelúcida (ZP). Esta ZP también se degrada por la acción de las enzimas producidas en la superficie del blastocisto y secreciones enzimáticas uterinas.

Una vez producida la rotura de la ZP, en forma de pequeño orificio, la masa celular del blastocisto comienza a salir poco a poco, formando la conocida estructura de 8.

El embrión liberado de la ZP, ya ha entrado en su segunda semana de vida, ahora vamos a explicar los eventos que suceden cada día:

Día 8:

Blastocisto humano con 8 días. Comenzando la implantación en el endometrio. Extraído de (1).

El embrión ya está parcialmente integrado en el endometrio. Las células del trofoectodermo o trofoblasto, se diferencian en dos capas diferentes en la zona que conecta con el embrioblasto o masa celular interna (MCI). Estas capas, son conocidas como el citotrofoblasto, interna y el sincitiotrofoblasto, externa y multinucleada, sin límites celulares diferenciados. Las células de citotrofoblasto, se dividen y dirigen al sincitiotrofoblasto, donde se fusionan y acaban por perder sus membranas celulares.

Las MCI o embrioblasto, también se diferencia en dos capas. La capa hipoblástica, que forma una lámina con células cuboidales pequeñas, pegadas a la cavidad del blastocisto. La segunda lámina, o capa epiblástica, presenta células cilíndricas adyacentes a la cavidad amniótica. Estas dos capas, forman un disco plano y a partir del epiblasto comienza a formarse la cavidad amniótica. Esta cavidad, se tapiza por amnioblastos (células del epiblasto adyacente al citotrofoblasto).

El endometrio cercano al lugar de implantación se vasculariza y su glándulas grandes y tortuosas comienza a secretar glucógeno y moco.

Día 9:

Embrión de 9 días. Comienza a cerrarse la zona de implantación. Extraído de (1).

El blastocisto, se ha adentrado más en el endometrio, y el hueco de entrada se ha cerrado por un coágulo de fibrina.

Ya hemos entrado en la etapa lacunar, que debe su nombre a las vacuolas que se originan en la capa sincitiotrofoblástica, que al fusionarse forman lagunas grandes. Esto ocurre en el polo embrionario.

Mientras tanto, en el polo contrario, una capa de células, que parecen proceder del hipoblasto, comienzan a tapizar la capa interna del citotrofoblasto, formando la capa exocelómica. Esta capa y el hipoblasto acaban por recubrir la cavidad exocelómica o saco vitelino primitivo.

Días 11 y 12:

Embrión de 12 días. Se constituye la circulación uteroplacentaria. Extraído de (1).

Ya está el blastocisto totalmente integrado en el endometrio, y la zona de implantación, cubierta casi al completo por epitelio uterino.

Los espacios lacunares del sincitio se intercomunican, sobre todo en el polo embrionario. En el polo anembrionario, el trofoblasto sigue formado por células del citotrofoblasto.

Se establece la circulación uteroplacentaria. Esto sucede cuando las células del sincitiotrofoblasto se adentran en el estroma endometrial y desgastan las paredes de los capilares sanguíneos maternos. Estos capilares, se conocen como sinusoides y están muy dilatados. Los sinusoides, conectan con el sistema lacunar, produciendo así la incorporación de la sangre materna a la estructura embrionaria. Esta sangre, acaba por fluir por el sistema trofoblástico, estableciendo así una circulación.

También se forma en estos días el mesodermo extraembrionario. Se origina a partir del saco vitelino, formando un tejido conectivo fino y laxo que transitoriamente ocupa el espacio entre el trofoblasto externo y amnios y membrana exocelómica interna. En este mesodermo extraembrionario se originan cavidades que al interconectar entre ellas,  originan la cavidad extraembrionaria o coriónica. Este mesodermo, se diferencia en mesodermo somático extraembrionario, cuando recubre al citotrofoblasto y amnios, y mesodermo esplácnico extraembrionario cuando recubre al saco vitelino.

Toda esta estructura de saco vitelino, cavidad amniótica y las capas celulares que los rodean, quedan unidas al mesodermo somático extraembrionario por un pequeño pedículo de fijación.

Por último, es estos días destaca la reacción decidual. Que se produce cuando las células endometriales se cargan de glucógeno y lípidos, tomando una forma poliédrica. Los espacios entre las células quedan relleno de líquido, originando un edema en el tejido, que primero está localizado a la zona de implantación, para más tarde, ir extendiéndose a todo el endometrio.

El disco bilaminar del embrioblasto crece de forma más lenta que el trofoblasto, teniendo un tamaño de 0,1-0,2 mm.

Día 13:

Implantación 13 días. Se comienza a ver las vellosidades primarias. Extraído de (1).

Para este día, la zona de implantación suele estar cerrada por completo.

En ocasiones, se puede presentar una hemorragia en esta zona de implantación, debido al incremento de flujo sanguíneo a los espacios lacunares. Este sangrado puede confundirse con la menstruación, debido a que suele suceder sobre el día 28 del ciclo menstrual.

En el trofoblasto, comienzan a formarse las vellosidades primarias. Su origen proviene de las células del citotrofoblasto, que proliferan y se adentran en el sincitiotrofoblasto, formando columnas organizadas.

A su vez, el hipoblasto desarrolla células que se dirigen al interior de la membrana exocelómica, allí, comienzan a proliferar formando una nueva cavidad dentro de la cavidad exocelómica, el saco vitelino secundario. En este proceso, porciones de la cavidad exocelómica se desprenden originando quistes exocelómicos, que pueden verse a menudo en la cavidad coriónica, formada por la expansión del celoma extraembrionario.

Además, se comienza a formar el cordón umbilical, que parte del pedículo de fijación. Por último, se forma la placa coriónica, que corresponde al mesodermo extraembrionario que recubre el interior del citotrofoblasto.

 

Ya hemos pasado de un grupo de células que circulaba libremente por el interior del cuerpo materno, a la integración de ese embrión en un tejido materno, el endometrio.

Si quieres seguir como se continúa desarrollando el embarazo semana a semana, no te pierdas nuestras entradas al blog.

Mientras, puedes recordar entradas anteriores a este post:

https://invitrored.com/de-zigoto-a-blastocisto/ 

Bibliografía:

  1. Langman. Embriología Médica, 13ª ed. Barcelona, España: Ed.Lippincott/Williams & Wilkins, 2016.
  2. Infertilidad «Fisiología, diagnóstico y tratamiento». Gustavo Pagés ; Juan Aller. 2006.
  3. The miracle of life. Lennart Nilsson, 1980.

Dejar una opinión

Tu correo no se hará público.