Pruebas inmunológicas
El sistema inmune puede interferir en la consecución de un embarazo, principalmente de dos formas diferentes, según afecte a la fecundación del óvulo o a la implantación y desarrollo embrionario. Existen pruebas inmunológicas para ayudar a determinar este factor.
La primera de ellas se refiere al efecto que los anticuerpos antiespermatozoides ocasionan al unirse a los espermatozoides, dificultando su movilidad y capacidad fecundante. Estos anticuerpos antiespermatozoides, pueden aparecer en hombres, que serán diagnosticados mediante test en la muestra seminal, como el Mar-test e Inmunobeads. En las mujeres, estos anticuerpos pueden estar presentes en el moco cervical, por lo que para su diagnóstico, se podrá analizar la presencia de espermatozoides en el moco cervical, tras mantener relaciones sexuales. Las técnicas de reproducción asistida ayudan a la pareja a solventar este factor, debido a que el lavado seminal previo a la técnica disminuye la concentración de estos anticuerpos en la muestra seminal. Al realizar la inseminación o transferencia embrionaria, la cánula atraviesa el canal cervical sin poner en contacto los gametos o embriones con el moco.
El desarrollo embrionario se ve afectado por las trombofilias o enfermedades aloinmunes. En el caso de trombofilias, ya sean adquiridas o hereditarias, el diagnóstico se basa en una historia clínica con abortos recurrentes sin causa justificada y análsis sanguíneos que descubran alteraciones en los factores de coagulación. El tratamiento aplicado suele ser la administración de ácido acetil salicílico o heparina de bajo peso molecular. Las enfermedades aloinmunes, se suelen diagnosticar por la presencia alta de células Natural Killer en sangre y su tratamiento suele ser la administración de inmunoglobulinas, corticoides y moduladores del sistema inmunitario de heparina.