FISH espermatozoides
La hibridación por fluorescencia in situ (FISH) permite conocer la dotación cromosómica de los espermatozoides. Estos, en condiciones normales, deben presentar 23 cromátidas, siendo una de ellas la que defina el sexo (X o Y).
Se utilizan sondas fluorescentes de ADN que se pegan a los diferentes cromosomas a estudiar, posteriormente se observa al microscopio de fluorescencia si presentan la sonda, en caso negativo, el espermatozoide será aneuploide para ese cromosoma.
En un principio, mediante esta técnica solo se podía estudiar la presencia o ausencia de 5 cromosomas, el número 13, 18, 21 y los sexuales X e Y. Actualmente, gracias a avances tecnológicos, se ha podido ir aumentando el número de cromosomas para analizar. Como por ejemplo los cromosomas 16 y 22, cuando la pareja presenta abortos de repetición; cromosomas anómalos presentados en abortos anteriores o cromosmas alterados en el cariotipo del varón.
Es recomendable realizar esta técnica en los siguientes casos:
- Pacientes con seminogramas con oligoastenozoospermia grave.
- Pacientes sometidos a tratamiento cancerígenos, ya sea quimio o radioterapia.
- Pacientes que se han realizado estudios de la meiosis y no han resultado concluyentes.
- Parejas con abortos de repetición.
- Parejas con fallos de implantación repetidos en técnicas de reproducción asistida.
- Gestaciones previas con alteraciones cromosómicas.
Si el paciente presenta unos valores alterados en la FISH, sus alternativas terapéuticas son realizar técnicas de fecundación in vitro, para un posterior estudio genético de los embriones, acudir a semen de donante o adopción de embriones.