Factores tubáricos

Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) 

Se origina cuando bacterias de transmisión sexual infectan varios órganos reproductores femeninos, como ovarios, útero y trompas de falopio. En las trompas, produce una inflamación que puede provocar la obstrucción de las mismas, en este caso se denomina salpingitis.

El uso del dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo, también puede desarrollar EIP, debido a que se debe colocar dentro del útero, y puede conllevar la introducción de patógenos en dicha cavidad.

Sus síntomas suelen ser dolor grave en la zona de pelvis, leucorrea, sangrado uterino sobre todo tras mantener relaciones, dispareunia, dolor o dificultad al orinar y a veces, puede propiciar fiebre.

Al tratarse de una infección causada por Chlamydia trachomatis, Mycoplasma hominis o Neisseria gonorrhoeae, el tratamiento se basa en la administración de antibióticos. Si bien no se diagnostica a tiempo, puede propiciar formación de tejido cicatricial que obstruye las trompas y causar dolor pélvico crónico.

Cirugías previas

Durante diferentes intervenciones quirúrgicas, la integridad de las trompas de falopio puede verse comprometida por diversas causas, como pueden ser la formación de cicatrices,  dañarlas de forma accidental o tener que eliminarlas mediante una salpingectomía.

Por tanto, cualquier intervención quirúrgica en la zona pélvica, o incluso algunas pruebas como la histerosalpingografía pueden afectar de diferente forma a la integridad de las trompas.

Hidrosalpinx

Normalmente, se causa debido a una infección por transmisión sexual, que afecta a la movilidad de las fimbrias que tapizan el interior de la trompa de falopio. Estas fimbrias, se encargan de mover los gametos en su interior, facilitando su encuentro. Cuando se apelmazan tras una infección, las fimbrias se pegan unas a otras dificultando el movimiento de los gametos y propiciando el acúmulo de líquido, que causa dilatación en las trompas, afectando a su funcionalidad.

El hidrosalpinx suele ser asintomático, por lo que es difícil de diagnosticar.  Pero algunas pacientes que lo presentan padecen de dolor en el vientre, fiebre, secreción vaginal de mal olor y gestaciones con embarazo ectópico.

Al tratarse de una infección bacteriana, el primer paso sería el tratamiento con antibióticos, en caso de que no remita, se deberá proceder con intervención quirúrgica, que consiste en la eliminación de la trompa dañada, afectando de forma perenne a la fertilidad de la mujer. Además, el líquido que contiene la trompa afectada por hidrosalpinx es tóxico para los gametos y embriones, dificultando su movilidad, desarrollo e implantación. Los embarazos ectópicos aumentan su probabilidad de aparecer, debido a que el líquido se acumula y no arrastra los embriones al endometrio.

Según afecte a una o a las dos trompas, el tratamiento reproductivo a seguir es diferente. En caso de ser unilateral, se podría efectuar una inseminación artificial, si se cumplen con el resto de requisitos, en caso de ser bilateral y tener ambas trompas eliminadas, la única opción viable es realizar ciclos de fecundación in vitro.

En caso de que la infección llegue a bloquear las trompas con exceso de pus, estaríamos ante un caso de piosalpinx. Su tratamiento se basa también en antibióticos, que si actúan de forma adecuada, lo revierte a hidrosalpinx, en caso de no tratarse a tiempo, puede romperse y originar un absceso en la pelvis.

Endometriosis

La endometriosis será tratada más ampliamente en el siguiente apartado. Se define como el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, por tanto, si se da este crecimiento en las trompas de falopio, puede llegar a obstruirlas.

Congénita

Puede ser que la obstrucción no se deba a ninguna de las causas anteriores y la mujer nazca con la obstrucción.