Factores ambientales
Existen factores ambientales, ya sean sustancias químicas o agentes físicos que pueden afectar a la fertilidad humana. Estos factores, suelen afectar dañando la producción de gametos o disminuyendo las probabilidades de conseguir el embarazo.
Como sustancias químicas, encontramos los denominados disruptores hormonales. Estas moléculas, se asemejan a las hormonas de nuestro organismo, por lo que pueden ser incorporadas a nuestro metabolismo, ocasionando alteraciones endocrinas, que afectan a la producción de gametos. Estos los podemos encontrar en detergentes y productos cosméticos (ftalatos), insecticidas (DDE), lubricantes industriales (bisfenol) y recubrimientos antihaderentes de utensilios de cocina (PFOS), entre otros. Destacan también sustancias tóxicas, que podemos encontrar en el aire, como dióxido de azufre, dióxido de carbono, o metales pesados, como el plomo o el mercurio. Se ha demostrado que la exposición continúa a estos compuestos afectan tanto a la calidad seminal como al aumento de la tasa de abortos, nacimientos prematuros y muerte fetal.
Como agentes físicos, destacan las radiaciones a las que se puede exponer nuestro organismo. Es indiscutible que la radiación X o Gamma destruyen células de nuestro organismo, por lo que se pueden afectar a las células germinales. Actualmente, el uso del móvil, parece alterar la calidad espermática, por lo que se recomienda llevarlo siempre lo más alejado de la zona genital. Por último, el calor también juega un papel importante en la fertilidad, sobre todo en el hombre. Los testículos se encuentran en el escroto, separados del cuerpo, para tener una temperatura 2ºC inferior al organismo, si esta temperatura aumenta, se acentúa el estrés por calor que origina daño celular, incrementando la fragmentación del ADN espermático.